Conoce las soluciones que hemos implementado para nuestros clientes.
Nuestro cliente es una empresa que cuenta con cinco naves industriales situadas en un polígono empresarial. Estas naves están alquiladas a diferentes inquilinos que las utilizan para actividades logísticas, almacenamiento y pequeños procesos de fabricación. La empresa genera sus ingresos a través de las rentas de estos alquileres, lo que convierte la protección de estos activos en un pilar fundamental para el éxito del negocio.
A pesar de contar con seguros contratados previamente, el cliente detectó que las coberturas no eran suficientes para cubrir ciertos riesgos clave, especialmente aquellos relacionados con daños provocados por terceros o pérdida de ingresos por siniestros. Además, necesitaba una póliza que ofreciera mayor tranquilidad frente a responsabilidades civiles derivadas del uso de las instalaciones.
Tras una revisión exhaustiva de las pólizas existentes y un análisis detallado de los riesgos reales, diseñamos un programa de seguros completamente adaptado a las necesidades del cliente. Este plan incluía una póliza de daños materiales que cubría incendios, explosiones, fenómenos naturales y daños eléctricos, garantizando la reparación de cualquier daño estructural sin comprometer la estabilidad financiera del propietario. También incorporamos un seguro de responsabilidad civil específico para protegerlo frente a reclamaciones de terceros por daños personales o materiales. Además, incluimos una cláusula especial de daños por arrendatarios, pensada para cubrir los desperfectos ocasionados por los inquilinos, y una cobertura por pérdida de alquileres que permitiera compensar la ausencia de ingresos si una de las naves quedaba inutilizada tras un siniestro.
Gracias a esta solución integral, el cliente pudo afrontar sin sobresaltos dos situaciones que habrían tenido un fuerte impacto económico en otras circunstancias. En primer lugar, tras un incendio provocado por un fallo eléctrico en una de las naves, el seguro cubrió la totalidad de los daños, y la cobertura por pérdida de alquileres garantizó el ingreso mensual durante los tres meses que la nave estuvo fuera de uso. En segundo lugar, cuando uno de los inquilinos provocó daños en la estructura debido a la instalación defectuosa de un equipo industrial, la póliza también respondió, evitando conflictos legales y costes adicionales para el propietario. Esta planificación no solo protegió el patrimonio y los ingresos del cliente, sino que también fortaleció su relación con los inquilinos, quienes valoraron su compromiso con la seguridad y la profesionalidad en la gestión del inmueble.
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