Un seguro de daños materiales para una nave industrial protege la estructura, instalaciones y, según la póliza, también el contenido. Las coberturas más habituales incluyen:
- Incendios y explosiones: reparación o reconstrucción tras daños por fuego, humo o explosiones.
- Fenómenos naturales: inundaciones, tormentas, granizo o terremotos.
- Robo y vandalismo: pérdidas por robos, intentos o actos vandálicos.
- Daños por agua: filtraciones o roturas de tuberías.
- Actos malintencionados: sabotajes o violencia exterior.
- Impactos: daños causados por vehículos, caídas de objetos o aeronaves.
- Colapso estructural: hundimientos o derrumbes por fallos en la estructura.
También se pueden añadir coberturas como el contenido (maquinaria, mercancías) y la paralización de la actividad. Es una garantía clave para proteger la inversión y asegurar la continuidad del negocio.