¿Qué es un seguro decenal y por qué lo necesitas?

seguro decenal

Tabla de contenidos

Cuando se pretende construir una vivienda, concretamente para uso residencial, es necesario contar con muchos permisos y una gran cantidad de procesos. Es necesario contar con un seguro decenal de daños entre la documentación para garantizar la protección del edificio en caso de que aparezcan defectos o vicios ocultos relacionados con su construcción.

De esta forma la compañía y también los futuros habitantes pueden estar tranquilos de que, si ocurre algún imprevisto ajeno a ellos, será cubierto. Hoy veremos por qué es importante contar con esta protección y qué puede ofrecernos.

 

¿En qué consiste el seguro decenal de daños?

El seguro decenal de daños es una póliza obligatoria en España para la construcción de edificios destinados a uso residencial. Cubre durante 10 años los daños que puedan surgir en el inmueble debido a defectos o vicios ocultos que afecten a su estructura principal, es decir, aquellos problemas que puedan comprometer la estabilidad y la seguridad del edificio, como fallos en los cimientos, vigas, pilares o muros de carga. 

Las características principales de esta póliza son las siguientes:

 

Cobertura de daños estructurales

El seguro cubre los daños materiales que afecten a la estabilidad del edificio y que puedan ser causados por defectos de construcción, como hundimientos, fisuras o grietas importantes.

 

Obligatorio para promotores

La Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) de 1999 establece la obligatoriedad de este seguro para todos los promotores que construyan o rehabiliten edificios con destino residencial, antes de entregar la vivienda a un comprador.

 

Duración de 10 años

La cobertura se extiende desde el momento de la recepción de la obra hasta diez años después, proporcionando tranquilidad tanto a los compradores como a los promotores.

 

¿Cuándo es obligatorio?

El seguro decenal de daños es obligatorio en España desde la Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) de 1999 para determinados edificios. Estos casos específicos son:

 

Edificios de uso residencial

Se exige cuando se trata de edificaciones destinadas a la vivienda, tanto en la construcción de nueva planta como en las obras de rehabilitación que afecten a la estructura del edificio. La obligación recae sobre el promotor de la obra, que debe contratar el seguro decenal de daños antes de la finalización y entrega de la construcción a los compradores.

 

Obras de rehabilitación que afecten la estructura

No solo se aplica a construcciones nuevas, sino también a rehabilitaciones y reformas importantes que afecten la estructura del edificio, como la renovación de cimientos, muros de carga, forjados o cualquier elemento fundamental para la estabilidad del inmueble.

 

Trámites para la venta de viviendas

En la práctica, el seguro decenal es esencial si el promotor quiere vender las viviendas construidas dentro de los 10 años posteriores a la finalización de la obra. Los registros de la propiedad y las notarías suelen exigir que este sea al que aporte la póliza de seguro decenal para proceder con la inscripción y venta de las viviendas, garantizando la protección a los compradores frente a posibles defectos estructurales.

El objetivo siempre es proteger al comprador de la vivienda de posibles defectos que puedan afectar la estructura del inmueble durante los 10 años siguientes a la finalización de la obra. A su vez, supone también un respaldo económico para los promotores porque evita que asuman personalmente el coste de las reparaciones (si fuesen necesarias).

 

¿Qué cubre el seguro decenal?

El seguro decenal cubre principalmente aquellos daños materiales de vicios o defectos en la construcción que afecten a la estructura del edificio y/o comprometan su estabilidad. Como su propio nombre indica, esta protección durará 10 años a partir de la fecha de finalización de la obra. Te comentamos los elementos que cubriría en caso de que aparecieran:

 

Daños estructurales

Cubre daños en los cimientos, pilares, vigas, forjados, muros de carga y cualquier otro elemento estructural que comprometa la solidez y estabilidad del edificio. Si, por defectos de construcción, se produce un hundimiento de las estructuras portantes, el seguro también cubriría los gastos de reparación.

 

Defectos que comprometan la estabilidad

También entrarían en el seguro aquellos daños derivados de vicios ocultos que puedan causar problemas a largo plazo, como fisuras importantes que aparezcan en elementos de soporte. Las grietas son otro elemento que quedaría protegido, especialmente si son graves y están situadas en muros de carga que comprometan la seguridad del edificio y no se detectaron en el momento de la entrega de la vivienda.

 

Elementos que afectan a la habitabilidad (en algunos casos)

Aunque el seguro decenal de daños se centra principalmente en los elementos estructurales, en algunos contratos se pueden incluir coberturas adicionales que abarcan daños que afecten a la habitabilidad del edificio. 2 ejemplos de esta cláusula extra serían problemas de impermeabilización en cubiertas o filtraciones que puedan impactar la integridad del inmueble.

 

¿Qué no cubre este seguro?

Ahora que sabemos lo que cubre, también es necesario entender en qué momento no podremos recurrir al seguro decenal de daños:

 

Daños no estructurales

El seguro no cubre problemas que no afecten a la estabilidad estructural del edificio, como grietas superficiales, problemas de pintura o acabados. La clave es que estos ejemplos que acabamos de comentar no comprometen la seguridad del inmueble.

 

Falta de mantenimiento

Si los daños se producen por la falta de mantenimiento adecuado por parte del propietario, como el deterioro de instalaciones o elementos del edificio, no estarán cubiertos.

 

Obras no autorizadas

Los daños resultantes de reformas o modificaciones realizadas sin la debida autorización o que no cumplan con la normativa vigente no se cubrirán con este seguro.

 

Factores externos

Cualquier evento externo, como inundaciones, terremotos o fenómenos meteorológicos extremos, a menos que se hayan contratado coberturas adicionales específicas para estos riesgos, tampoco contará con la protección del seguro. Lo mismo ocurriría con los daños provocados por terceros o por actos vandálicos que no estén relacionados con la construcción original también.

 

Instalaciones y equipos

Los equipos o instalaciones adicionales que no formen parte del diseño original del edificio, como sistemas de climatización o electricidad que no estén correctamente instalados, pueden no estar cubiertos.

 

Daños causados por el uso inadecuado

Si los daños se deben a un uso inapropiado o negligente del inmueble, el seguro no asumirá la responsabilidad.

 

¿Qué diferencias hay entre el seguro decenal y el seguro todo riesgo para construcción?

Una de las dudas que más nos llegan a nuestras oficinas es la diferencia que existe entre el seguro decenal de daños y el ‘a todo riesgo’. Los términos parece que hacen referencia al mismo tipo de protección, pero se trata en realidad de 2 tipos de pólizas que tratan diferentes aspectos de una obra en construcción. Las comparamos por categorías:

 

Finalidad del seguro

En este aspecto, el seguro decenal de daños tiene como objetivo garantizar la estabilidad y la seguridad estructural del edificio una vez que la obra ha sido terminada y entregada.

El seguro a todo riesgo para construcción busca proteger la propia ejecución de la obra durante el período en el que se está construyendo, antes de que el edificio sea entregado. Cubre los daños materiales y los accidentes que puedan ocurrir durante la construcción y protege al promotor y al constructor durante el desarrollo de la obra.

 

Duración de la cobertura

El protagonista del artículo de hoy, es decir, el seguro decenal, cubre los daños estructurales durante 10 años a partir de la fecha de finalización de la obra. Esta cobertura entra en vigor cuando la construcción ya está terminada y entregada.

El seguro a todo riesgo cubre los riesgos durante el tiempo que dure la construcción, desde el inicio de la obra hasta que esta es entregada o se considera finalizada. La duración depende del tiempo que se tarde en completar el proyecto y suele terminarse cuando se obtiene el certificado de finalización de obra.

 

Obligatoriedad

El primero es obligatorio en España para los promotores de edificaciones residenciales. La Ley de Ordenación de la Edificación (LOE) exige su contratación para asegurar la estabilidad estructural de las viviendas.

El segundo no es obligatorio por ley, pero suele recomendarse y en muchos casos es contratado por promotores y constructores para protegerse de los riesgos durante la fase de construcción. A veces puede ser una exigencia de las entidades financieras que financian la obra.

 

Tipos de daños cubiertos

El seguro decenal de daños se centra exclusivamente en vicios o defectos ocultos que comprometan la estabilidad estructural del edificio (hundimientos, fisuras importantes, etc.). El seguro a todo riesgo para construcción, como su nombre indica, cubre daños materiales y accidentes que afecten tanto a la obra como a los materiales de construcción durante la fase de edificación, además de posibles daños a terceros (como vecinos o viandantes) que se puedan producir durante el desarrollo de la obra.

 

¿Sigues con dudas?

Si quieres saber más sobre ambos tipos de seguros o necesitas asesoramiento, en Ambler podemos ayudarte con cualquier duda. Llevamos desde 1991 asesorando de manera integral a las personas y sus empresas para ayudarles a gestionar el riesgo. 

Nos llena de orgullo encontrar la solución ideal para cada cliente en cada proyecto. Nosotros jamás contrataríamos un seguro o aceptaríamos una cláusula que no elegiríamos para nosotros mismos o para nuestra empresa. Con esta fórmula tan simple nuestros clientes confían en nuestro equipo. ¿Quieres que comencemos a trabajar juntos? Basta con que te pongas en contacto con nosotros para que podamos ayudarte a encontrar soluciones que funcionen específicamente para ti.